Sunday Readings - First Sunday of Advent

The 1st Sunday of Advent is the beginning of the new liturgical year. This season prepares us for the coming of Jesus at Christmas and at the end of time. In today’s readings, the Lord promises to fulfill His covenant with Israel and Judah, raising a righteous leader from David’s line. Judah and Jerusalem will live in safety and be called “The Lord is our justice.” As we lift our soul to the Lord, we seek His guidance and truth. We know that the Lord is good, and that He guides the humble and shows His faithful love to those who keep His covenant. We hear about God’s promise to bring justice and righteousness. This reminds us to trust in God’s plans. We see God’s faithfulness in fulfilling promises and we learn to wait with faith and patience. Like Paul we should pray for love to increase in our hearts to live in ways that please God. We are encouraged during Advent to prepare our hearts and lives for Jesus’ coming and to have hope, love, and awareness, as we grow closer to Him. This week’s Gospel speaks about alarming signs, but believers should find hope in these events.

Jesus says these signs mean our final redemption is near. We must prepare now by living according to Jesus’ teachings. He is with us through the Church and the sacraments, helping us grow closer to Him. By choosing to follow Jesus and accepting His grace, we are preparing for His return. We should focus on being watchful and ready. Common practices include increased prayer and acts of charity to deepen our relationship with God. Purple is the liturgical color for Advent, symbolizing preparation, with rose used on Gaudete Sunday to signify joy. These traditions help us focus on the true meaning of Christmas. This week we learn that we should be living a holy life, promoting love and unity, and being responsible in society. With the beginning of a new liturgical year, we will see most of the Gospel readings from Luke ho is believed to have been a doctor and a friend of St. Paul. He also wrote the Acts of the Apostles. Acts and his Gospel writings together tell a full story. The story did not end with Jesus’ death, resurrection, and Pentecost. Instead, the early Christian community is shown as fulfilling God’s promises. Not everyone acknowledges the Kingdom of God, and we need to be attentive to see it. In Luke’s writings, the poor and outcast often see the Kingdom of God more clearly than the powerful. Some people saw in Luke’s writings freedom while others saw it as a threat. We must decide if we are content with our lives or if we want Jesus to change us for the better. Let us prepare our hearts for Jesus’ coming through trust, love, holiness, and awareness. As we reflect on these themes, let us open our hearts to God’s guidance and strive to live in a way that pleases Him. May this Advent season bring us closer to God and ready our hearts for the birth of Christ.

LAS LECTURAS DE ESTE DOMINGO

El primer domingo de Adviento marca el comienzo de un nuevo año litúrgico. Esta temporada nos prepara para la venida de Jesús en Navidad y al final de los tiempos. En las lecturas de hoy, el Señor promete cumplir su pacto con Israel y Judá, levantando un líder justo del linaje de David. Judá y Jerusalén vivirán en seguridad y serán llamadas “El Señor es nuestra justicia”. Al elevar nuestra alma al Señor, buscamos su guía y su verdad. Sabemos que el Señor es bueno, que guía a los humildes y muestra su amor fiel a quienes cumplen su pacto. Escuchamos acerca de la promesa de Dios de traer justicia y rectitud. Esto nos recuerda que debemos confiar en los planes de Dios. Vemos la fidelidad de Dios al cumplir promesas y aprendemos a esperar con fe y paciencia. Al igual que Pablo, debemos orar para que el amor aumente en nuestros corazones para vivir de maneras que agraden a Dios. Se nos anima durante el Adviento a preparar nuestros corazones y vidas para la venida de Jesús y a tener esperanza, amor y conciencia, a medida que nos acercamos más a Él. El Evangelio de esta semana habla de señales alarmantes, pero los creyentes deben encontrar esperanza en estos acontecimientos. Jesús dice que estas señales significan que nuestra redención final está cerca. Debemos prepararnos ahora viviendo de acuerdo con las enseñanzas de Jesús. Él está con nosotros a través de la Iglesia y los sacramentos, ayudándonos a acercarnos más a Él. Al elegir seguir a Jesús y aceptar su gracia, nos estamos preparando para su regreso. Debemos centrarnos en estar atentos y listos. Las prácticas comunes incluyen una mayor oración y actos de caridad para profundizar nuestra relación con Dios. El morado es el color litúrgico del Adviento, que simboliza la preparación, y el rosa se usa el domingo de Gaudete para significar alegría. Estas tradiciones nos ayudan a centrarnos en el verdadero significado de la Navidad. Esta semana aprendemos que debemos vivir una vida santa, promover el amor y la unidad y ser responsables en la sociedad. Con el comienzo de un nuevo año litúrgico, veremos la mayoría de las lecturas del Evangelio de Lucas, quien se cree que fue médico y amigo de San Pablo. También escribió los Hechos de los Apóstoles. Los Hechos y sus escritos del Evangelio juntos cuentan una historia completa. La historia no termina con la muerte, resurrección y Pentecostés de Jesús. En cambio, se muestra a la comunidad cristiana primitiva cumpliendo las promesas de Dios. No todos reconocen el Reino de Dios, y debemos estar atentos para verlo. En los escritos de Lucas, los pobres y marginados a menudo ven el Reino de Dios con más claridad que los poderosos. Algunas personas vieron en los escritos de Lucas libertad, mientras que otras lo vieron como una amenaza. Debemos decidir si estamos contentos con nuestras vidas o si queremos que Jesús nos cambie para mejor. Preparemos nuestros corazones para la venida de Jesús a través de la confianza, el amor, la santidad y la conciencia. Al reflexionar sobre estos temas, abramos nuestros corazones a la guía de Dios y esforcémonos por vivir de una manera que le agrade. Que este tiempo de Adviento nos acerque a Dios y prepare nuestros corazones para el nacimiento de Cristo.